El amor es un sentimiento que puede surgir de la nada y perderse de la misma manera. No importa la edad, no discrimina y menos el estatus social que el ser humano tenga. Hablemos de una de las historias de amor más longevas en la corona británica actual. En pocas palabras, se trata de la precuela de Meghan Markle y el príncipe Harry.
Hablo de el Príncipe Felipe y la reina Isabel II.
Ambos se casaron en 1947 y su boda fue transmitida por televisión.
Desde entonces, ambos están juntos desde hace unos 70 años.
La pareja real fue vista juntos en el Hipódromo de Ascot y mi corazón explota de ternura al ver esta imagen de ambos juntos.
Isabel, a sus 92 años, tiene una sonrisa bastante coqueta.
Y Felipe, de 97, sabe qué decirle para aflorar esa natural felicidad.
Pero: ¿A qué se debe tanta felicidad?
Sucede que Felipe tuvo una cirugía en su cadera, un reemplazo para ser exactos. Esto sucedió en 4 de Abril y desde entonces ha estado en reposo.
Desde entonces, todas las apariciones públicas las hizo sin su compañía. Es por esa razón que nos costaba verla sonreír.
Pero con el regreso de su esposo, las cosas cambian. Miren la cara de Felipe, regresó totalmente renovado.
Es por esa razón que vimos varias veces a Meghan acompañándola, estaba llenando el vacío que vivía la reina de Inglaterra.
Que también sabía sacarle una sonrisa. Lo cierto, es que Felipe e Isabel se ven tan tiernos.
El amor puede durar mucho tiempo.