La Organización Mundial de la Salud declaró el lunes una emergencia internacional por el brote de virus zika, que ha sido vinculado a defectos de nacimiento en América, al definirlo como un “evento extraordinario” que representa una amenaza de salud pública para otras partes del mundo.
La agencia adscrita a Naciones Unidas tomó la medida pese a la falta de evidencia contundente que demuestre que el virus, transmitido por mosquitos, es el responsable del incremento en el número de bebés que nacen con daño cerebral y cabezas sustancialmente más pequeñas en Brasil.
La reunión de emergencia de expertos independientes del lunes fue convocada en respuesta al incremento en el número de bebés que nacieron con microcefalia en Brasil desde que se encontraron los primeros casos del virus en dicho país a finales del año pasado.
Las autoridades de la Polinesia Francesa también documentaron una conexión entre el zika y complicaciones neurológicas en el momento en el que el virus se propagaba en dicha región hace dos años, al mismo tiempo que el dengue.
“Tras una revisión de la evidencia, el comité aconsejó que los casos de microcefalia y otras complicaciones neurológicas constituyen un evento extraordinario y una amenaza a la salud pública en otras partes del mundo, dijo la directora general de la OMS, la doctora Margaret Chan.
La OMS, que fue duramente criticada por su lenta respuesta a la crisis del ébola en África Occidental, se ha mostrado ansiosa por demostrar en esta ocasión su capacidad de respuesta. Pese a las graves alarmas de que el ébola estaba fuera de control a mediados de 2014, la organización no declaró el estado de emergencia sino hasta meses después, cuando ya habían fallecido casi 1.000 personas.
“Si se establece el vínculo científico entre el zika y la microcefalia, ¿se imaginan si no trabajamos ahora y esperamos a que se revele la evidencia científica?”, se preguntó Chan. “La gente dirá: ‘¿Por qué no actuaron?’.