El delegado de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) en la zona, Marcos Olivares reconoció que se mantienen en guardia ante la temporada aún activa de huracanes y ciclones en Reynosa, debido a que un fenómeno meteorológico de esta clase, por mínimo que sea, causaría daños en carreteras libres o de cuota, así como cruceros internacionales. “Un huracán no lo podemos parar, por más débil que llegue al litoral tamaulipeco y por la cercanía no habría más que una situación de prevención porque si sería desastroso, debido a las condiciones del territorio, es inevitable que se inunde, hasta en la autopista”.
Hasta el momento no existen registros de daños en infraestructura vial causada por lluvias o inundaciones en lo que va del año.
Aunque las precipitaciones atípicas a finales de junio dejaron a por lo menos 2 mil familias damnificadas y más de 40 colonias inundadas, lo que representó un reto del que las autoridades de la SCT y CAPUFE salieron con saldo blanco. “Nos mantuvimos en comunicación con la SCT y no hubo reportes de ninguna afectación, afortunadamente, aún así no bajamos la guardia”.
ANTECEDENTES.
En el 2010 las lluvias torrenciales que se prolongaron por hasta 11 horas provocaron que la carretera Matamoros-Valle Hermoso permaneciera cerrada, la corriente de agua rebasó los 50 centímetros.
Las afectaciones también alcanzaron a los pasos a desnivel que tuvieron que clausurarse así como Puentes internacionales.
“Fue algo extremo fue necesario cerrar la autopista yo lo recuerdo, esto representaba un gran peligro y podría inundar Matamoros, nos vimos obligados a canalizar la corriente hacia el mar, evitando que se inundaran pobladores de varias comunidades de alrededor”.
De acuerdo con la unidad de Protección Civil el periodo de huracanes y ciclones finaliza para la zona norte del país hasta el próximo 3 de noviembre.
A nivel nacional se dan instrucciones de cómo actuar ante catástrofes.
“Tenemos que suspender todo el tránsito por las carreteras, Puentes internacionales para proteger a nuestros usuarios, en Reynosa la aduana está en el bordo, hace un par de años también hubo una inundación en los carriles de acceso a las casetas fue necesario hacer unas maniobras para entrar por la parte vieja”.
Olivares reconoció que es urgente que a nivel federal se realicen estudios para detectar áreas problemáticas.
En estos trabajos deberían participar varias organizaciones o instituciones responsables del agua. “Por ejemplo la COMAPA y la CONAGUA, tienen que entrar organismos reguladores de este tipo para tomar precauciones y no tocar el bordo porque sería desastroso”.