Dos factores que han padecido residentes de la frontera tamaulipeca y que han encendido las alarmas en los ámbitos de la salud el campo y la ganadería, son los relacionados con las sequías y las altas temperaturas.
Ambos vienen causando estragos y sus huellas se hacen visibles en el entorno, como es el caso del dren séptico Río Bravo, el cual en un recorrido a la altura de la colonia Francisco I. Madero, muestras franjas completamente desecadas.
Es en el margen sur del dren, en donde más se aprecia una especie de playa de arenas negras, la cual ha abierto paso debido a la evaporación y la ausencia de lluvias, las cuales en otros años incluso inundaban el cauce séptico.
Largas y anchas franjas lucen secas, lo que pone de relieve el grado de evaporación con temperaturas que llegan hasta los 45 grados centígrados y con lluvias que según la Unión Ganadera Local, no rebasan la pulgada en la zona urbana.