El esqueleto de una persona, que evidentemente, había permanecido por más de un mes expuesto a las inclemencias del tiempo y habría servido de alimento a la fauna silvestre, fue encontrado ayer por militares que realizaban un recorrido de rutina por caminos de terracería que confluyen con la Brecha El Berrendo y el Viaducto Reynosa.
Personal castrense que llevó a cabo el descubrimiento dio aviso a las autoridades investigadoras quienes se encargaron de practicar las diligencias correspondientes, en coordinación con peritos de la PGJE y personal del SEMEFO.
Serían aproximadamente las 15:30 horas cuando vecinos de las colonias que se ubican por la brecha El Berrendo, vieron entrar inicialmente el convoy de soldados y posteriormente las unidades oficiales de la PGJE incluyendo la ambulancia de los Servicios Médico Forenses.
Fue en un paraje cercano a la termoeléctrica de la CFE que se ubica por el viaducto, por donde llegaron hasta los matorrales donde se encontraba los despojos humanos. Se desconocía si era hombre o mujer, porque encontraron solo el cráneo y algunos huesos dispersos en el área.
No descartaban la posibilidad de extraer alguna muestra de las piezas dentales para conocer la historia genética de la persona para en caso de que alguien tratara de identificarlo.
Para tal efecto y de acuerdo con el protocolo establecido para éste tipo de situaciones, personal de química forense extraerán las muestras y las enviarían a ciudad Victoria para su estudio en los laboratorios de genética forense.
Por el momento no se tiene ni la menor sospecha de quien se trate.
Los restos fueron trasladados al SEMEFO.