No importa que haya funcionarios comprometidos con sus responsabilidades y que devengan el salario que se le paga con el esfuerzo de los contribuyentes, algunos otros servidores públicos, se pasan de listos y no comulgan con estos ideales y solo se dedican a engrosar la nómina municipal.
Dependencias como Copladem que encabeza Alma Donaji Contreras Hinojosa; la oficina de Transparencia en donde se desempeña Eduardo René López López, así como otras más, son dos claros ejemplos de lo que el influyentismo puede lograr, pues ahora despachan muy comodinos en esos cargos, aunque fueron señalados con índice flamígero en el primer lugar por manejo poco claro de las despensas y en el segundo por permitir que coyotes realizarán negocios millonarios a costillas de incautos. Sabrán sus superiores de este negro pasado que los persigue.
Estas dependencias y otras más, cuenta con exceso de personal, lo que se entiende que son recomendados y solapados por estos dos personajes. Incluso en sus oficinas, se puede ver cómo no se puede ni pasar y se topan unos con otros.
Tantos y tantos servidores públicos en las oficinas municipales, molesta y mucho a los ciudadanos, pues los abultados sueldos que este par de funcionarios se niegan a transparentar, se puede usar en becas para los niños pobres y despensas para las familias que la están pasando muy difícil. Nada que ver con el ejemplo que dan quienes en el municipio, sí cumplen con sus labores y no están pide y pide vales, metiendo facturas y haciendo mucha roncha.
Sin deberes claros, estos funcionarios municipales se pasean por el palacio del pueblo, en donde dedican horas de trabajo a chacotear, fumarse un cigarrito, parlotear, pues se sienten impunes, pues son protegidos por padrinos poderosos, incluso desafían las órdenes del presidente municipal, en el sentido de trabajar en beneficio de la comunidad de Río Bravo.