La experiencia de ser un estudiante foráneo, incluso dentro del mismo País, resulta atractiva para los reclutadores, indica Alejandra Vera, gerente de Relaciones Públicas de OCC Mundial.
“Realizar estudios fuera del lugar de origen permite a las personas obtener un mejor puesto o mejor crecimiento. Puede incrementar el valor en el mercado de una persona, además de que implica muchos otros aprendizajes y retos”, platica.
“Tienen mejores oportunidades de carrera, pueden tener un salario más competitivo e incluso aplicar para puestos en otro lugar”, añade.
A decir de la especialista, quienes realizan movilidad demuestran capacidad de adaptarse a diferentes formas de trabajo y entornos sociales.
“Para un reclutador, implica adaptabilidad, disciplina e independencia”.
Además, señala la experta, prueba que tienen una mentalidad abierta.
“Están preparados para nuevas exigencias, dispuestos a adaptarse a nuevos entornos, y respetan costumbre y culturas de un lugar distinto”.
Para llevar a cabo estancias de estudio en alguna de las 32 entidades federativas de México, los interesados tienen a su disposición el Programa de Movilidad Estudiantil ECOES (Espacio Común de Educación Superior) y el Programa de Movilidad Nacional de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
Rosamaría Villarello, coordinadora del Programa ECOES, destaca las oportunidades académicas que brinda movilizarse hacia otro estado.
“Al estudiar en una institución ajena, los alumnos conocen otro programas de estudio, pueden involucrarse con otras formas de pensamiento e incluso acercarse a un tutor o programa de investigación de alto prestigio”, asegura.
La experta añade que los estudiantes que se trasladan a una institución fuera de su lugar de origen suelen buscar tutores o especialistas para desarrollar sus temas de investigación.
“Buscan cursar materias complementarias o que no existen en su universidad de origen”.
En tanto, Guillermo Hernández-Duque, director general de Vinculación Estratégica de la ANUIES, comparte que movilizarse dentro del territorio nacional es una garantía de que los estudiantes conectan a nivel local y nacional.
Tenemos la responsabilidad de formar globalmente, pero hay que empezar con el nivel nacional.
“Cuando el estudiante se mueve a otro estado puede conocer otras culturas y costumbres, de esta manera se involucra en la realidad mexicana. Conocer su propio país y la realidad en la que viven les ayudará en su vida profesional”.
Para Hernández-Duque, la movilidad es un tema de competitividad nacional, pues durante ella se fortalecen y desarrollan competencias profesional útiles en la vida laboral.
“(Nos) aseguramos que el alumno no tenga problema en saltar de un lugar a otro (en su futuro trabajo) y que las competencias sirvan para ejercer la profesión”, expresa.
Cuando el estudiante llevó a cabo con éxito su proceso de movilidad se convierte en un candidato atractivo para empresas con operación global, afirma Vera.
“Les permite conocer a otras personas o construir una red (de conocidos) que puede ser útil para la empresa”.
Durante la estancia fuera del hogar, destaca la gerente de Relaciones Públicas de OCC Mundial, se refuerza la apertura multicultural y estabilidad persona.
“Una persona que vivió en otro lugar requiere un menor periodo de adaptación y es mucho menos probable que haya deserción”, acota.