Ciuda de México
Luces neón invaden todos los rincones, hay manteles largos rojos, tragos en todas las mesas y bailarines mambo.
Esta escena no sólo es parte del Farol Rojo, tugurio que Elena Tejero (Susana González) embelesa con su baile en Aventurera, sino es la propia decoración del Auditorio BlackBerry, donde el martes se estrenó la obra.
Y vaya que el ambiente en el foro anda entre el musical y un verdadero arrabal, pues al arranque del show hay música, barullo, distracción, gente pidiendo copas.
Cuando inicia la función, pasadas las 20:30 horas del Día de San Valentín, el público apenas va tomando su lugar y corre desde la barra a su asiento.
Catorce bailarines ofrecen sus mejores pasos, pero en la explanada hay más atención para los meseros que para los sexys movimientos.
Pocos reparan en la aparición sobre el escenario de Mauricio Islas, Alexis Ayala y Marcos Montero como pachucos, y, cuando los notan, buscan sus celulares para tomar una foto o transmitir en vivo por redes sociales.
En la barra del lugar se escuchan los hielos caer en los vasos, las latas de refresco que se destapan y muchas risas de quienes atienden el lugar.
La aparición de Susana González como protagonista empieza a cambiar la dinámica de la gente: algunos piden a silbidos a los más escandalosos que se callen y, hasta atrás del auditorio, se escucha un franco grito que pide silencio.
Finalmente, toda la atención es captada por Carmen Salinas, quien da vida a la madrona del congal.
Las risas comienzan a ser genuinas cuando satiriza sobre su condición de diputada del PRI, aunque también se escucha algo de molestia.
“El fotógrafo que dizque me retrató dormida siempre anda atrás de mí en la Cámara (de Diputados) para ver si me agarran tomando agua, tomando limonada, tomando tecito o echándome un pedo”, declara. Entre el público se escuchan risas, pero también un “¡pinche vieja cínica!”.
En el diálogo que el personaje de Carmen sostiene con un alto mando policial, se le escucha decirle a la autoridad que pase por bono, en alusión al bono navideño que recibió como legisladora.
Después de un rato de diálogo, un asistente no se aguanta más y le chifla una mentada de madre.
Ayudados por dos enormes pantallas led y música en vivo, los actores logran conectar con el público, que finalmente cae rendido ante el primer baile de Susana.
La actriz, cuyo papel es primero de una estudiante que deviene en vedette ofrece sexys movimientos de cintura y un generoso escote que hipnotiza a los presentes.
El silencio durante su ejecución del primer número se transforma en una ovación al terminar.
A partir de entonces todos son vítores para Rafael Inclán, en su papel de padrote homosexual, y la protagonista.
El público reconoce el esfuerzo, y hasta Maribel Guardia, quien encarnara el protagónico de Aventurera, y que al terminar el estreno de la nueva temporada felicitó a González.
EL PÚBLICO DEFINIRÁ SU ÉXITO
Dependerá del público que Gerardo Quiroz y Juan Osorio tengan ganancias con la nueva adaptación de Aventurera, pues el precio del dólar afectó a los productores.
“Hay ciertos equipos de audio e iluminación que se compran o rentan y están tasados en dólares. Es delicado.
“Tengo que decirlo, Juan y yo estamos endeudados. Pero tenemos fe y pasión, pero además tenemos patrocinadores”, dijo Quiroz en entrevista.
La producción es musicalizada por dos orquestas y la nómina es de 120 personas, incluidos 60 actores.