México.

Al emitir un mensaje a la nación, en un nuevo formato, con motivo su 4to Informe de Gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto respondió preguntas de jóvenes sobre temas polémicos durante su administración como las bodas gay, los gasolinazos, el supuesto plagio de su tesis y las movilizaciones de la CNTE.

El mandatario definió cinco grandes prioridades para el último tercio de su administración: educación de niños y jóvenes, lucha contra la pobreza, seguridad, combate a la corrupción y respaldo a la economía familiar.

“Pueden estar seguros de que cumpliré con mi responsabilidad, sin reparar en consideraciones de popularidad personal o costos políticos”, aseguró Peña Nieto.

Al estrenar el nuevo formato para emitir el mensaje —pues el evento antes era organizado en Palacio Nacional con empresarios, políticos y líderes sociales—, el Presidente diálogó con 300 jóvenes destacados del país.

Aceptó que hay insatisfacción y descontento en algunos sectores de la población preocupados por la educación de sus hijos, que la pobreza lastima, que en varias regiones el crimen sigue siendo una amenaza, que la corrupción daña y que el crecimiento de la economía aún es insuficiente.

Al arranque del encuentro, dio un mensaje videograbado. En el Patio de Honor de Palacio Nacional, llamó a los mexicanos a seguir cambiando “lo que tenga que cambiar”.

A su llegada, los jóvenes escribieron su nombre en un papel que se depositó en una urna de la que el analista Ezra Shabot, en papel de moderador, y el mandatario sacaron papeles para dar la palabra a asistentes o leer de redes sociales; en total fueron 22 preguntas.

En 90 minutos —30 más de los programados— se le hicieron preguntas en torno a los matrimonios igualitarios, el supuesto plagio de su tesis, cómo enfrentar la corrupción, su baja popularidad, apoyo a Pymes y le solicitaron ayuda para mantener becas de una persona con discapacidad y la de un joven para ser futbolista profesional.

A pregunta de Diego González Rodríguez, del Estado de México, el Presidente se dijo dispuesto a asumir los costos de popularidad o de impopularidad por decisiones que se tomen.