La muerte de la Princesa Diana será para siempre un enigma. Hay ciertas teorías que creen dilucidar lo que realmente le ocurrió a la fallecida Lady Di; y la mayoría apunta a que no fue un accidente vehicular sino un asesinato disfrazado para hacerlo parecer así. La relación de Diana con la Corona Británica al momento de su muerte era deplorable, por eso se cree que fueron ellos quienes mandaron a matarla, pero obviamente eso jamás se ha podido probar.
Pero en todos estos años, no había salido un testimonio como el de John Hopkins, exagente británico del servicio secreto, quien confesó que había matado a la princesa por orden del príncipe Felipe, el esposo de la Reina Isabel II y madre de Carlos de Gales.
Hopkins, quien ya tiene 80 años y ha estado atravesando graves problemas de salud, quiso confesar todo porque está muy enfermo y es probable que no pueda vivir muchos años más. ¿Consciencia tranquila u otra mentira más?
Y aunque sus declaraciones no han cambiado ni remecido al Palacio de Buckingham, pues obviamente tampoco se han referido al tema, yo me pregunto ¿para qué querría un exagente a punto de morir mentir con algo así?
Hopkins confesó todo a la publicación inglesa Yournewswire. Dijo que lo habían ordenado matarla porque Lady Di era una amenaza para la estabilidad de la Corona, y su trabajo era precisamente ese; deshacerse en silencio de las personas que pusieran en riesgo el orden interno del Reino Unido.
“Ella sabía demasiados secretos reales. Tenía un gran rencor y ella iba a hacer público con todo tipo de afirmaciones. Mi jefe me dijo que tenía que morir, había recibido órdenes directamente del príncipe Felipe, y tuvimos que hacer que parezca un accidente. Nunca había matado a una mujer antes, mucho menos a una princesa, pero obedecí a órdenes. Lo hice por la reina y por el país”
El exagente declaró que Diana no merecía haber muerto, pero que él no tenía otra opción pues si no lo hacía lo iban a declarar de traicionero y su destino habría sido terrible. Además, explicó que en su posición no podía ser parcial ni menos dejarse influenciar por ciertos miembros de la corona, tenía que completar todas sus misiones sin importar de quién se tratara de eliminar.
Esta confesión rápidamente se viralizó y compartió por distintos portales de internet. Sin embargo, después de un tiempo, al parecer se supo que era una noticia falsa y que John Hopkins jamás había confesado algo así.
La verdad sobre lo que ocurrió con Diana jamás se esclarecerá porque la única fuente que puede contar realmente qué sucedió son ellos mismos en el Palacio de Buckingham, y claramente jamás lo harán a pesar de que muy pocos creen en la versión del accidente vehicular.