La joven mujer que apareció flotando en el río Bravo, la semana pasada, no murió ahogada, pues presentaba una herida en el cuello que hizo que se desangrara.
Se trata de una mujer joven cuya edad se estima entre los 20 y 25 años de complexión regular, algunos 60 kilogramos.
La joven vestía una blusa con la palabra Bebé en el frente, pantalón de mezclilla negro y solo llevaba un zapato también de color negro.
Las autoridades ministeriales aún no cuentan con la identificación por lo que investigadores adscritos a la UGI-3 tratan de encontrar datos en otras fiscalías, principalmente en las especializadas en personas no localizadas o en anti-secuestros.
Con el resultado de la autopsia estuvieron seguros de que la mujer fue degollada y posteriormente tirada a las aguas del río Bravo.