San Fernando, Tam.
Las vedas de camarón y tiburón impuestas por las autoridades federales de la Conapesca y los efectos de la canícula, mantienen en la lona al sector pesquero, aseguró el pescador Juan Ángel Hernández Vega.
Desde el mes de mayo pasado a la fecha, más de 5 mil familias de pescadores viven un viacrucis para tratar de sobrevivir al no poderse capturar las especies acuáticas en mención.
Posterior a las vedas oficiales de estos productos, los pescadores viven la veda natural de la canícula al mermar drásticamente la captura de especies de escama, jaiba y camarón durante los 45 días que dura este fenómeno natural.
Durante la canícula el camarón y la jaiba se entierran entre las arenas y el fango de los canales de navegación, barras y bayucos, en tanto que las especias de escama emigran a las profundidades de las aguas del Golfo de México, para protegerse de las altas temperaturas que se tienen en el vaso lacustre.
Agregó que durante las vedas y la canícula, los pescadores tienen que emigrar a otras localidades en busca de un empleo o simplemente dedicarse a otras actividades que no, sea la pesca para poder obtener un ingreso y mantener a sus familias.