Con fanfarrias de música de banda típica de Oaxaca, fue el reencuentro de oaxaqueños -radicados en Los Ángeles- con sus familias, a quienes algunos no veían desde hace 27 años.
Alrededor de 20 ancianos fueron presentados por el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, a un costado de la placita Olvera donde fueron recibidos, con flores y cohetones de confeti en medio de un emotivo reencuentro que hizo llorar a los presentes.
“En los sentimientos no se hace trampa o se es o no auténtico lo que vimos aquí, es la expresión máxima del amor”, compartió Murat. “Esta es la felicidad y el amor puro. No hay manera de transmitirlo con palabras hay que estar aquí (...) que bueno que se haya dado este tipo de eventos que vamos a seguir haciendo de forma permanente”, prometió.
“Hoy vimos que hay valores y principios que trascienden cualquier situación, es el amor puro de ver la unidad familiar, mi mensaje es que siempre vamos a seguir trabajando para construir la grandeza de Oaxaca. Independientemente del territorio en donde estemos todos somos oaxaqueños”, añadió Murat.
“En estos momentos en que se vive una situación de incertidumbre y desconfianza con este tipo de acciones demostramos que somos más, que existe una relación bilateral entre México y Estados Unidos”, subrayó.
“No hay más grandeza en Oaxaca que nuestras familias y que el esfuerzo conjunto se da todos los días, unos en Oaxaca y otros en ‘oaxacalifornia’, así que deseamos que disfruten estos diez días que estarán juntos y los diez años de la visa que tienen”, indicó.
“Hoy se juntaron padres, abuelos, nietos que les van a transmitir, aparte de ese gran amor que tienen, sus raíces e identidad en estos momentos en que vive el mundo y la relación bilateral, como decía (Benito) Juárez, los hombres no somos nada pero los principios son todo y este es el principio máximo y el valor máximo que es el amor auténtico y más puro”, puntualizó Murat.
Gustavo Santiago, del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante, manifestó que es gratificante que este tipo de programas se hagan para beneficio de la comunidad y para alegría de familias.
“Esta es una Guelaguetza familiar para transmitir sentimientos, experiencias, usos costumbres de sus comunidades de origen, es importante para la comunidad oaxaqueña en el exterior que sus costumbres y lenguas maternas sigan vivas y, en ese contexto, realizamos este tipo de eventos”, enfatizó.
“Sus tres hijas teníamos mucho miedo de nunca más volver ver a nuestro padre, pero ahora al tenerlo aquí para las tres es un milagro de la vida y un privilegio”, citó Nidia Marín Miranda, quien acudió con sus hermanas a recibir a su padre Melesio Marín Cid.
Los hermanos Thelma y Hugo Hernández estaban más emocionados porque sólo recibían imágenes por Whatsapp de su madre Cristina, a quien no habían visto hacía hace 17 años.
“Agradecemos de todo corazón que seamos los primeros oaxaqueños en recibir la visita de sus padres.
Esto es algo único y muy especial y ojalá y se haga con más oaxaqueños, porque muchos necesitamos de esa hermosa oportunidad”, comentó Thelma.
Alejandro Grijalva Olivera y Delfina Escobar no veían a sus hijas María Alejandra y Olga desde hace casi 13 años, mientras que Margarita Bis estaba fascinada de ver a su padre Héctor Luis Aquino, de 68 años. “Lamentablemente mi madre no pudo venir, ella falleció hace tres años”, finalizó con tristeza.