Cuautla, México
Los trabajos de exhumación de los más de 100 cuerpos enterrados en dos fosas clandestinas de Tetelcingo iniciaron esta mañana con una oración.
El cura Héctor Pérez Sánchez, párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Cuautla, también arrojó agua bendita sobre las fosas.
Funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR), de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de la Fiscalía General estatal (FGE) y de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) instalaron camillas y vayas, como parte de la logística.
"Ya estamos aquí, ya tratando de despejar un poco la incógnita que hay en torno a estos hechos, así que esperamos que los peritos de la Universidad, junto con los peritos de la Policía Científica, los peritos de la propia Procuraduría y de la Fiscalía pues puedan trabajar de manera coordinada y darnos la respuesta a tantas y tantas preguntas que nos hemos hecho en relación con estas fosas de Tetelcingo", expresó Alejandro Vera, Rector de la UAEM.
La primera pregunta, añadió, es quiénes son y quiénes los están buscando, la otra tiene que ver por qué los trajeron sin integrar debidamente las carpetas de investigación, con documentos falsos.
"El caso de Oliver es claro que había, por ejemplo, dos actas de defunción, que había mucha información falsificada, por qué los traen a un panteón que a todas luces no reúne todos los requisitos que debe reunir un panteón y, sobre todo, si se va a operar una fosa común por qué no se hizo como se está haciendo ya en el panteón de jardines del recuerdo".
En el arranque de la diligencia surgieron diferencias entre funcionarios de la Fiscalía General del Estado e integrantes de colectivos de personas desaparecidas.
Las autoridades pretendían colocar plástico negro de más de dos metros de altura alrededor de las fosas, cuando, de acuerdo con los activistas, el acuerdo alcanzado era permitir la visibilidad por completo.
Los trabajos de excavación todavía no inician porque la maquinaria pesada no ha llegado al lugar.
Luego de la oración, la madre de Oliver Wenceslao, cuyo cuerpo fue arrojado ilegalmente a la fosa, leyó una carta en nombre de su hijo.
"Mi nombre es Oliver Navarrete Hernández, hermano por los errores y negligencia de la de la Fiscalía General del Estado de los demás que están aquí, mañana 24 de mayo van ser tres años que gente sin escrúpulos me privaron de mi libertad y después me quitaron la vida, abandonándome en una barranca de la cual me sacaron el 3 de junio de ese año", leyó María Hernández.
"La Fiscalía posteriormente me arrojó a esta fosa clandestina, cuando mi familia ya me tenía plenamente identificado. Mi familia ha crecido, están ansiosos por salir, por van salir, su lucha ha sido dura y constante, mi familia ha crecido están ansiosos por salir e ir con sus familias y así encontrar tranquilidad, lo que ahora pido y he pedido, es justicia, que esto no sea 'aquí están y los dignificamos', más bien exijo la justicia".