Un mesero de los más antiguos del Restaurante Nuevo León, murió ayer por la tarde cuando se encontraba laborando. Compañeros de Leopoldo Martínez González, de 72 años, residente en Iturbide y Bravo de la colonia Chapultepec, se sorprendieron cuando lo vieron caer, como fulminado por un rayo.
Quisieron auxiliarlo pero, supuestamente, el infarto fue fulminante. Al tener conocimiento del suceso, el fiscal séptimo investigador Miguel Ángel Río Sanjuán, giró instrucciones a su oficial secretario, Humberto Silva Montemayor para que con personal de apoyo y elementos de la Policía Federal se constituyeran en el restaurante que se ubica en Zaragoza y Lázaro Cárdenas del primer cuadro de la ciudad, para dar fe ministerial del cuerpo sin vida.
Se interrogaron a los compañeros de Leopoldo, entre los que destacó Francisca González, empleada del restaurante, quien aseguraba que el ahora occiso ya no trabajaba de planta en el negocio, simplemente, era un empleado eventual que iba a ayudarles.
Sin embargo, el hombre llevaba el uniforme que visten todos los meseros del restaurante y precisamente se encontraba ante una mesa cuando cayó muerto al instante.
Concluidas las diligencias, Silva Montemayor, instruyó a peritos de la PGJE y personal del SEMEFO, que fijarán y levantarán las evidencias en el escenario y posteriormente trasladarán el cuerpo a las instalaciones de los servicios médicos forenses para la práctica de la autopsia de ley.