Ciudad de México
El arte taurino perdió ayer uno de sus más importantes exponentes: Miguel Espinosa Menéndez “Armillita Chico”.
Faltaban 20 días para que cumpliera cuatro décadas de haber tomado la alternativa; habían pasado apenas ocho de su cumpleaños 59.
Un infarto, aparentemente, mientras dormía, puso el punto final a la historia de uno de los toreros que se significó por el arte de su tauromaquia.
Una muerte natural, para un torero al natural.
El aguascalentense fue parte de la última época dorada del toreo, encabezada por Manolo Martínez, Eloy Cavazos, continuada por Mariano Ramos, Antonio Lomelín, Manolo Arruza, David Silveti, Jorge Gutiérrez, entre otros.
Su arte, sobre todo en el toreo con la mano izquierda dejó gratos recuerdos en las principales plazas del mundo.
Ayer, algo que disfrutaba mucho, llevar a sus hijos al colegio, ya no pudo hacerlo. Cerca del medio día lo encontraron sin vida en su casa de Aguascalientes.
Hijo del maestro Fermín Espinosa “Armillita”, uno de los toreros más técnicos en el mundo, hermano de Fermín, medio hermano de Manolo, primo de José Manuel, éstos dos ya fallecidos; y tío de Fermín “Armillita IV”, será incinerado hoy y sus cenizas recibirán una serie de homenajes póstumos.