El actor Polo Ortín falleció la madrugada de ayer frente a su esposa, Olga Rinzo, y su hijo Jorge, quien le practicó ejercicios de resucitación para tratar de despertarlo. Tenía 88 años.
“Se levantó al baño como a las tres y media, y al entrar se cayó y no se levantó. Mi mamá fue a verlo, quiso abrir la puerta y no podía. Salí yo, porque estaba con ellos, y lo tuve que empujar para poder abrir la puerta.
“Todavía alcanzó a reaccionar tres veces, después lo acosté en el suelo, le di resucitación por siete minutos y ya no pude lograr nada”, detalló Jorge ayer, en un velatorio de la colonia San Rafael.
El primer actor había librado diversos padecimientos a lo largo de su vida, como cáncer y problemas en el corazón.
El dictamen médico dice que falleció de un paro cardiaco, pero su hijo cree que fue respiratorio. Desde hace dos semanas Ortín lidiaba con una bronquitis.
“El doctor dice que fue un infarto al miocardio, pero, la verdad, pensándolo bien, creo que fue un paro respiratorio porque, de repente, dejaba de respirar muy fuerte. Igual fueron las dos cosas”.
Pese a tener los ojos vidriosos y voz entrecortada, en todo momento Jorge encontró fortaleza para hablar del deceso. También estaba mortificado por su mamá, pues el suceso le afectó profundamente.