Soto era una pequeña de 12 años al momento de diagnosticarle vitiligo, una enfermedad degenerativa cutánea que hace que aparezcan manchas en la piel sin pigmentación.
Desde el momento en que el vitiligo comenzó a expandirse por su cuerpo se comenzó a sentir intimidada y no quería mostrar su cuerpo. Esto sucedió luego de recibir burlas en el colegio donde una de sus compañeras le dijo si se había dado un baño con cloro luego de verla en traje de baño.
Ash a través de sus redes sociales ha contado lo duro que ha sido todo su proceso, pero no por una aceptación propia sino por lo difícil que se hace lidiar con los constantes acosos de quienes fueron sus compañeros de clase.
“Me llamaron vaca e incluso que tenía el síndrome de Michael Jackson”, expresó Soto.
Entonces ella se preguntaba cómo es posible que te encuentres a ti misma si siendo una niña recibes tantas burlas por tu cuerpo. Sin embargo, a sus 21 años las cosas cambiaron drásticamente y la joven tiene una visión positiva de su aspecto.
Su cuenta de Instagram ha sido un lugar para plasmar el amor propio que siente y fomentarlo en otras jóvenes. Además, ha convertido su cuerpo en arte para demostrar lo maravillosa que es.
La joven utiliza su cuerpo como un lienzo de arte y su vitiligo junto a la pintura crean una obra de arte fantástica. Esto es parte de un proyecto llamado “The Marker Chronicles”, comentó soto a A Plus.
“Me tomó mucho tiempo compartir mi verdadero ser. Decidí publicarlo cuando sentí que era suficientemente fuerte y capaz de manejar las reacciones”.
Lo que para otros es parte de una imperfección es utilizado para crear arte con una belleza única, diferente y realmente admirable. Ash tiene como objetivo seguir difundiendo su mensaje de amor propio para que otros se acepten a sí mismos.
Sin dudas una maravillosa historia que nos enseña que tengas lo que tengas eres realmente increíble y mientras te ames no importa nada más.