Gobernadores de EU serán el primer muro para Trump: Conago

Graco Ramírez sostuvo que mandatarios demócratas y republicanos le externaron su oposición a barreras al comercio entre ambos países

WASHINGTON, EU.

Los gobernadores republicanos y demócratas estadunidenses que tienen en México un socio comercial clave, podrían convertirse en el primer muro de contención contra los planes del presidente, Donald Trump, para dar la espalda al vecino del sur.

Los gobernadores van a adquirir un papel y una voz que no han tenido hasta ahora”, explicó en una rueda de prensa el presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores Mexicanos (Conago), el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, que almorzó hoy con seis gobernadores estadunidenses en Washington.

Ramírez aseguró que tanto los gobernadores republicanos como demócratas le transmitieron su preocupación por las propuestas de Trump con respecto a la construcción de un muro con México o imponer aranceles a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos.

Ramírez, quien aprovechó la reunión anual de la Asociación Nacional de Gobernadores (NGA) de EU para mantener encuentros con sus homólogos, pidió que gobernadores estadunidenses, mexicanos y canadienses manden una señal conjunta de que “no se comparte la rotura de la relación económica con México”.

Las relaciones de la Casa Blanca con México se han torcido después de que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, suspendiera en enero pasado su visita a Trump en Washington por la insistencia del mandatario republicano de que México pagaría de una manera u otra por el muro fronterizo que planea construir.

Ramírez apuntó que 32 de los 50 estados de EU tienen una profunda relación económica con México, que, en muchos casos, es su más importante mercado para las exportaciones o un socio clave en la cadena de distribución de sus empresas en la zona económica del Tratado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Asimismo, el gobernador de Morelos recordó que en las relaciones con Estados Unidos no deben dejar de lado la defensa de los derechos de los inmigrantes, especialmente de aquellos que llegaron de pequeños al país -la mayoría mexicanos- y que con el gobierno de Barack Obama quedaron exentos de la posibilidad de la deportación.