Río Bravo.- Peculiar agresión en la que se resalta como es la liberación femenina y la igualdad de género han permitido a la mujer posicionarse no sólo como las jefas de la casa, sino también como quien lleva los pantalones, manda en el hogar y hasta cuando van por la banqueta, en reuniones, convivios, piñatas y fiestas en general.
Triste odisea que tocó vivir a un obrero quien tras ser perseguido por la banqueta por su pareja sentimental, lo acorraló de tal manera que no le dio margen a esquivar los golpes en pleno rostro y cuerpo, hasta el grado de tirarle en la banqueta una bolsa con alimentos que traía consigo.