Por muchos años, el dren Reynosa ha significado un foco de infección al aire libre, perjudicando así a centenares de familias que viven a uno y otro lado del afluente sin que autoridad alguna se haya preocupado por buscarle una solución adecuada.
Pocas veces se han ocupado de llevar a cabo ahí labores de desazolve y retiro de la hierba acuática y hay momentos en que la situación resulta ser insoportable por la pestilencia que despiden sus aguas.
Cuanta fuga de agua negra se registra en las alcantarillas del boulevard Fundadores, va a parar al dren en cuestión, agravando aún más el hedor que despide y que afecta a residentes tanto de colonias Valle Verde, Ribereña, Hidalgo, Riberas de Rancho Grande, Las Torres, Leyes de Reforma y muchas otras más.
Los llamados hechos una y otra vez por quienes viven de hecho con los fétidos olores a unos pasos de sus viviendas, han caído hasta el momento en el vacío. Ningún funcionario de tal o cual nivel se ha preocupado por resolver el enorme foco de contaminación que representa.
El también conocido como dren de las Mujeres termina canalizando sus aguas al Anzaldúas, cuyas aguas en asentamientos humanos muy alejados del primer cuadro de la ciudad donde aún no ha llegado el vital líquido entubado, la utilizan para bañarse, para lavar trastos e inclusive para beber con lo que ponen en riesgo su salud.