Las condiciones actuales que no son las propicias en la conservación de alimentos, así como la falta de inspección y monitoreo por parte de la Coepris, han dado paso a que en la calle se vendan alimentos y frutas con gusanos exponiendo en grave riesgo la salud de los consumidores, en las marcas Ataulfo y Tommy.

Tal fue el caso que le ocurrió el día de ayer al comunicador Alfonso Cerda, quien al comprar un mango en vaso y estarlo saboreando poco le faltaba para terminarlo cuando pudo observar un gusano reptando en la porción de fruta que le restaba.

Lo compró frente a la Casa del Pueblo a una de las personas que venden frutas en la explanada de Presidencia, vendedor que tras percatarse del hecho y ver como la persona que lo compró casi se vomitó, se sintió bastante apenado.

Este tipo de situaciones se han venido incrementando con el paso de las semanas y la temporada de calor, y el hecho de que no haya inspectores que mantengan una revisión permanente, se debe a que realmente lo que les interesa es el moche, y la cuestión de la salud de las personas pasa a segundo término.

Es plausible agregar que no es el primero de casos que se reportan en la localidad, sin embargo los inspectores de la Coepris continúan brillando por su ausencia.