Los Diablos Rojos chamuscaron al Gremio en su primer partido de la Copa Libertadores.
Al Toluca no le pesó la historia de un bicampeón continental ni quedarse con un hombre menos desde el 36’ para imponerse 2-0 en el Estadio Nemesio Diez, con doblete del argentino Enrique Triverio.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas. El infierno lo estaba padeciendo el Toluca, y por errores propios.
Una primera mitad sin verticalidad ni ocasiones de gol claras para los de casa, se opacó aún más con la expulsión de Moisés Velasco.
En medio campo, a unos metros de donde estaba el silbante, el jugador choricero le propinó un manotazo a Douglas, lo que le valió una roja que obligó a Antonio Ríos y Richard Ortiz a multiplicarse en el centro del campo.
Pero el complemento fue totalmente distinto. Con el gol conseguido al 46’, los choriceros dominaron a su adversario pese a la desventaja numérica.
Carlos Gerardo Rodríguez puso un centro medido desde la banda izquierda para que Triverio definiera con un testarazo.
En el festejo, José Cardozo ingresó al terreno de juego para abrazarse con sus jugadores, cuando apenas estaba abandonado la cancha luego de que el árbitro lo expulsara por reclamos en el medio tiempo.
A pesar de haber llegado a México con tres días de anticipación, los brasileños sufrieron con la altura.
Después del 60’, la mayoría de ellos comenzó a disminuir el ritmo. Y Toluca mató cualquier aspiración de la visita al 77’, con un penal convertido por Triverio.
Los Diablos Rojos se reconciliaron con su afición, que esta vez brindó aplausos y no abucheos, olvidándose de los cinco partidos sin triunfo en Liga.