Torreón, Coahuila
Santos echó a los Tigres de la Liguilla, tras imponerse por 2-0 en el encuentro de vuelta, para un 2-2 en el marcador global, que le permitió al cuadro de la Comarca avanzar a las Semifinales por tener la mejor posición la tabla general.
El cuadro lagunero enfrentará al América en la siguiente fase.
Con un hombre menos en la cancha desde el minuto 28’, cuando le sacaron la tarjeta roja a Jonathan Rodríguez, los Guerreros tuvieron que multiplicarse para no extrañar al uruguayo y luchar a brazo partido por seguir con vida en la Fase Final.
Tigres llegó a la Comarca lagunera con una ventaja de dos goles y saltó a la cancha como si fuera a jugar un partido de trámite, como si ya tuviera el pase en la bolsa, porque su actitud fue de un equipo sobrado, que no se dio cuenta del empuje de los pupilos del técnico Robert Dante Siboldi hasta que ya fue imposible para ellos volverse a poner en la pelea.
Osvaldo Martínez fue el encargado de abrir el marcador al minuto 16, en el cobro de un tiro libre impecable, que pasó por arriba de la barrera y que dejó parado al arquero Nahuel Guzmán, quien en definitiva tendrá que cargar con parte del peso de esta derrota.
Santos no dejó de trabajar al frente, de arriesgar y buscar la segunda anotación que los metiera en las Semifinales.
Djaniny Tavares fue incansable, jugando por fuera, buscando hacer pareja con Julio Furch, acarreando balones desde medio campo, ante la falta de un hombre como el “Cabecita”.
Brian Lozano también fue clave, pues no sólo dedicó a tapar los huecos de arriba, sino a hacer labores defensivas por las bandas.
Al 73’, apareció Tavares con un disparo que se le escurrió lentamente al arquero Nahuel, para el 2-0, con el que los Tigres quedaban eliminados y dejaban vacante su corona.
Inmediatamente después de la anotación el campeón de goleo cayó al césped y tuvo que ser relevado por una lesión.
Fue hasta ese momento que los jugadores de Ricardo Ferretti quisieron despertar, pero los felinos no pudieron encontrar el gol y la hazaña se consumó, en medio de la inexperiencia de Siboldi, contra los años de vuelo del “Tuca”.