En Sudamérica existe un extenso y famoso desierto tan extraordinariamente reseco, que el enclave en sí es algo insólito en la Tierra. De hecho, es lo más parecido que existe en el planeta a Marte. Ahora, los científicos han confirmado por primera vez un rebote de vida microbiana en su núcleo.
Se trata del desierto de Atacama en Chile, uno de los lugares más secos del planeta, tan árido que la lluvia puede brillar por su ausencia durante décadas o incluso siglos. Esto hace que el paisaje hostil sea lo más cercano que tenemos al planeta rojo en la Tierra, y los científicos acaban de hacer un gran descubrimiento al respecto.
Por primera vez han observado un extraño tipo de vida microbiana en el suelo, lo que demuestra que este ambiente polvoriento y quemado es, en realidad, un ecosistema contra todo pronóstico. Esto lleva a los científicos a pensar en Marte y a tener la esperanza de encontrar vida allí, un descubrimiento improbable que podría cambiarlo todo. Según el investigador Dirk Schulze-Makuch, de la Universidad Estatal de Washington:
Siempre me ha fascinado ir a lugares donde la gente no cree que algo pueda sobrevivir y descubrir que la vida de alguna manera ha encontrado la manera de hacerlo funcionar. Si la vida puede persistir en el ambiente más seco de la Tierra, hay una buena posibilidad de que pueda estar allí en Marte de una manera similar.
En realidad, no es la primera vez que se detectan microbios en el desierto de Atacama, pero las investigaciones anteriores sugerían que cualquier vida descubierta en el suelo arenoso eran probablemente “vestigios muertos o moribundos de células depositadas fortuitamente por procesos atmosféricos”.
Sin embargo, no era así. Esta vez los investigadores encontraron evidencias reales de una comunidad microbiana localizada y metabólicamente activa que prospera, o al menos sobrevive, en la tierra.
Al parecer, los investigadores llegaron al desierto en el año 2015. En ese momento, la lluvia cayó en el desierto en lo que fue la mayor precipitación en la región en 40 años. Tras el diluvio detectaron una explosión de actividad biológica en muestras de suelo extraídas de ocho sitios en todo el desierto. Sin embargo, al regresar a la zona en el 2016 y en el 2017, y sin la aparición otra vez de la lluvia, los signos de vida comenzaron a desaparecer en las muestras posteriores.
En el nuevo estudio, los investigadores encontraron una combinación de pruebas genómicas y análisis químicos que sugieren que los microbios evolucionaron en el suelo específico donde se encontraron. Estas resistentes comunidades bacterianas que se encuentran a pocos metros debajo de la superficie del desierto sugieren que pueden sobrevivir mucho tiempo, y que son capaces de sobrevivir a grandes períodos de sequedad hasta que las condiciones de humedad vuelven. Para Schulze-Makuch:
Esta es realmente la primera vez que alguien ha sido capaz de identificar una forma de vida persistente que vive en el suelo del desierto de Atacama. Creemos que estas comunidades microbianas pueden permanecer latentes durante cientos o incluso miles de años en condiciones muy similares a las que se pueden encontrar en un planeta como Marte y luego volver a la vida cuando llueve.
Por supuesto, hay que tener en cuenta que, por muy duro e implacable que pueda ser Atacama, no es Marte, un espacio mucho más seco y frío. Aún así, no deja de ser un hallazgo que abre nuevas posibilidades, hasta ahora desconocidas. “Si la vida alguna vez evolucionó en Marte, nuestra investigación sugiere que podría haber encontrado un nicho debajo de la superficie extremadamente hiperárida de nuestros días”, finaliza el investigador.