Ciudad de México
Villano III, el Rey Arturo, ahora gobernará en la arena celestial.
A causa de un infarto, la mañana de ayer falleció en un Hospital Primero de Octubre de la Ciudad de México, Arturo Díaz Mendoza, uno de los máximos representantes de la lucha libre tricolor, ganador de múltiples batallas de apuesta e integrante de la legendaria Dinastía Imperial.
La noticia sobre el deceso del hombre de 65 años de edad fue confirmada por el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), compañía a la que perteneció y que en marzo del año pasado le rindió tributo en la función Homenaje a Dos Leyendas.
“El Consejo Mundial de Lucha Libre lamenta el sensible fallecimiento del gran Arturo Díaz Mendoza ocurrido este martes 21 de agosto. Todo un emblema de la lucha libre mexicana que luchó con el nombre del Villano III”, dice la publicación difundida en redes sociales.
Por la noche de ayer, el cuerpo del Pantera Rosa fue trasladado a la funeraria Gayosso de Félix Cuevas, en la Colonia Del Valle, donde fue velado por su esposa, Lorena, sus herederos Hijo del Villano III y Villano III Jr., sus hermanos, Ray Mendoza Jr. y Villano IV; y gladiadores como Canek, Hijo del Santo, Mano Negra, Octagón, Solar, Scorpio Jr., entre varios más.
“Fue un luchador que se entregó de lleno a la lucha libre, dio parte de su vida, de su integridad, de su sangre, de su sudor en el ring”, dijo Villano IV.
Y es que desde joven, Arturo decidió seguir los pasos de su padre, el mítico Ray Mendoza. A escondidas comenzó su preparación con maestros como Felipe Ham Lee y en la lucha olímpica, hasta debutar a los 15 años.
Durante sus 45 años de trayectoria como profesional, el Villano perteneció al grupo de los independientes, pasó por el Toreo de Cuatro Caminos, por la Empresa Mexicana de Lucha Libre, Triple A y realizó múltiples viajes al extranjero.
Enfrentó unas 80 batallas de apuesta. Entre ellas destaca la que protagonizó ante Pegasus Kid, a quien despojó de su tapa en 1991, o la que sostuvo con Atlantis, su mayor verdugo.
El 17 de marzo del 2000, en la Arena México, el acuático despojó al Pantera Rosa de su capucha.
Su entrega para la disciplina le provocó problemas de salud, los cuales lo obligaron a bajar de los encordados.
Fue en la Triplemanía XXIII, en 2015, cuando el Villano III se unió con sus hermanos Villano IV y V para enfrentar a Psycho, Murder y Monster Clown, momento que significó su adiós a la lucha libre.
“Cuando luchamos nunca le quedamos a deber nada al público. Hemos dado todo hasta el último, por el respeto que tenemos. Eso nos lo enseñó mi papá”, presumió don Arturo a Grupo REFORMA hace un par de años.