Para la obtención de sólo un kilo de carne de vacuno son necesarios 20 mil litros de agua, 10 veces más que para la producción de vegetales y hortalizas.
“Una dieta vegana es probablemente la forma más eficaz para reducir tu impacto en el planeta Tierra, no se trata sólo el efecto invernadero, sino que de la acidificación global y el uso de la tierra y el agua”, asegura Joseph Poore de la Universidad de Oxford, uno de los expertos que lideró la investigación que hoy comprobó que la industria de alimentos de origen animal responde a una de las actividades más nocivas para el planeta.
Una nueva investigación, publicada hoy en la revista Science, analizó las consecuencias ambientales que deja la producción, el transporte, la comercialización y el consumo de alimentos de origen animal, los cuales alimentan a cerca de 8.000 millones de habitantes en el planeta. El espacio de tierra que se requiere para su crianza, la cantidad de agua utilizada y las emisiones de CO2 son sólo algunos de los nocivos efectos que trae consigo la industria cárnica.
A raíz del estudio, el cual se sustentó en 500 investigaciones previas e incesantes entrevistas a expertos, los autores del escrito determinaron que la industria que fabrica los productos de origen animal ocupa el 43% de la tierra, es responsable del 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero, del 32% de la acidificación y del 78% de la eutrofización (acumulación de residuos orgánicos en el litoral marino o corrientes hídricas).
Pese a lo que muchos suelen pensar, la industria que produce los alimentos de origen animal que se encuentran radicados en la vida del ser humano, aportan sólo el 37% de las proteínas y apenas el 18% de las calorías que sostiene la dieta humana.
“La carne de menor impacto crea un 360% más de emisiones de gases de efecto invernadero, un 3.200% más de acidificación, un 970% más de eutrofización y usa un 230% más de tierra que una plantación media de soja para tofu por gramo de proteína.Nuestros resultados también sugieren que la diferencia entre proteínas animales y vegetales se mantendrá en el futuro”, manifiesta Poore, coautor de la investigación científica.
“BUENOS DESEOS”
Al respecto y en conversación con El País, el investigador Javier Godar, del instituto de Ciencia Ambiental en Estocolmo, esgrime que gran parte de los cambios que deben ser implementados en la sociedad actual en orden de preservar la existencia del planeta, aluden a aquello que hoy sustenta la dieta del ser humano.
“Buena parte de los cambios necesarios para combatir la crisis actual que vivimos van a centrarse en una multitud de aspectos relacionados con qué comemos, cómo producimos la comida y cómo la transportamos, industrializamos y consumimos”.
Pese a estar consciente del cambio que debe gestarse en la sociedad con el propósito de reducir el impacto ambiental del ser humano en la tierra, Godar estipula que el consejo exteriorizado por parte de los autores del estudio responde sólo a “buenos deseos”, ya que en el día a día las industrias y fábricas continúan explotando el medio ambiente, maltratando animales y agotando los recursos hídricos que se encuentran disponibles actualmente.
“Es evidente que a pesar de que cada vez hay más certificación, sellos sostenibles… y de que algunas sociedades avanzadas están más informadas, los sistemas de producción de alimentos a nivel global no han cambiado de forma fundamental en respuesta a esta mayor información. Cambios en algo tan importante como los productos que comemos, vienen determinados en gran medida por aspectos culturales y sociológicos que desde el punto de vista de un científico pueden ser calificados de irracionales”.
El consumo de carne y de productos de origen animal yacen inscritos en las sociedades actuales, razón por la cual pensar en un futuro en donde las personas decidan evitar el consumo en orden de salvar al planeta, responde a algo prácticamente onírico. A pesar de la existencia de información al respecto, tanto las fábricas como los consumidores continúan avalando prácticas que no sólo son ejecutadas en perjuicio de la integridad de los animales, sino que éstas están conduciéndonos a la extinción temprana del planeta.