Ama de casa y su hijo adolescente estuvieron a punto de morir ahogados al caer la camioneta en que viajaban, al canal desalinizador frente a la colonia Riveras de Rancho Grande, ayer por la tarde.
Narcisa Aracely Rodríguez Centeno, de 41 años y su hijo Raúl Antonio Campos Rodríguez de 12, viajaban a bordo de su camioneta Chevrolet Tracker de oriente a poniente por la carretera Ribereña, cuando sorpresivamente otro vehículo al tratar de adelantarlos les dio un cerrón y los proyectó hacia el canal.
La unidad en que viajaban madre e hijo, quedó volcada, con las llantas hacia arriba. De no haber sido por la intervención oportuna del taxista Héctor David Cruz Castillo, de 40 años, la señora y su hijo pudieron haber muerto ahogados.
El taxista circulaba en su auto a corta distancia de la camioneta Tracker y vio cuando la otra unidad los impactó lateralmente. Inmediatamente detuvo su marcha y junto con otros testigos se lanzaron al agua para rescatar a los ocupantes de la camioneta compacta.
El nivel del agua cubría la mitad de la camioneta volcada, por lo que madre e hijo corrieron el riesgo de ahogarse.
Los testigos se esforzaron y a riesgo de su integridad física lograron rescatarlos con vida. Ya en el exterior, la señora y su hijo recibieron los primeros auxilios de paramédicos de Cruz Roja, quienes de urgencia los trasladaron al Hospital General, donde quedaron internados.
Peritos viales confirmaron la versión de Narcisa Aracely, al observar un golpe en el lateral izquierdo delantero de la Tracker, además de las versiones de los testigos presenciales.