Cd. de México
Con base en el análisis de ADN mitocondrial de los restos óseos hallados en el río San Juan, en Cocula, la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer la posible identificación de un segundo normalista desaparecido.
Se trata de Jhosivani Guerrero de la Cruz, desaparecido entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
La Procuradora Areli Gómez González recordó que los restos analizados fueron enviados a la Universidad de Innsbruck, donde se realizaron pruebas de ADN mitocondrial que arrojaron que los fragmentos de hueso corresponden a Guerrero de la Cruz "con una posibilidad 72 veces mayor".
Esa casa de estudios realiza las pruebas de los restos a raíz de una solicitud del Gobierno mexicano.
En total fueron enviadas 17 muestras presuntamente encontradas en el río San Juan y entregados a la PGR el 29 de octubre de 2014.
En un primer análisis, con base en la extracción de ADN nuclear, los científicos determinaron que un fragmento pertenecía a Alexander Mora Venancio, otro de los normalistas desaparecidos.
Para la Procuradora, los nuevos hallazgos robustecerán la investigación, y al juez que lleva la causa le generarán criterio jurídico.
Gómez indicó que los abogados de los padres de los estudiantes desaparecidos fueron enterados de estos resultados y que ya cuentan con el dictamen de la Universidad de Austria respecto al ADN mitocondrial de Guerrero de la Cruz.
Sin embargo, esto no ocurrió antes de la conferencia de prensa, de acuerdo con la versión de los propios familiares.
La Procuradora dio a conocer que instruyó que se integre un equipo de trabajo con especialistas, médicos, antropólogos y genetistas, quienes en un ejercicio de apertura y transparencia, podrán sumarse los coadyuvantes el equipo de argentinos forenses y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH.
Se busca, dijo, que uno a uno sean evaluados y revisados nuevamente los más de 63 mil fragmentos óseos que fueron recolectados del río San Juan y el basurero de Cocula, para su identificación.
Esos restos, anticipó, serían enviados nuevamente a la Universidad de Innsbruck, que posee equipo especializado de análisis genético para la extracción de ADN de huesos con un alto nivel de deterioro.
"Será una ardua labor, sin duda, pero estamos obligados a realizarla como parte del compromiso del Gobierno de la República para esclarecer científicamente estos lamentables hechos que tanto lastiman e indignan a la sociedad", afirmó en la conferencia, en la que no se permitieron preguntas de los medios.
'Esperamos se encuentre vivo'
El 28 de septiembre de 2014, Nayely Guerrero de la Cruz esperaba, junto con su padre, afuera del Semefo, en Iguala.
Le habían informado que su hermano Jhosivani, de 19 años de edad, había muerto, y que su cadáver se encontraba en el lugar.
Al salir, la mujer se dijo aliviada. Los tres cuerpos que permanecían en el sitio correspondían a los normalistas Daniel Solís, Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón, "El Chilango".
"Por una parte, estamos contentos y esperamos que mi hermano se encuentre vivo. A lo mejor anda huyendo por alguno de los cerros con sus compañeros", externó.
En esa ocasión -dos días después del ataque-, Nayely, su padre, y otros familiares de los jóvenes llegaron a Iguala para buscarlos.
Estuvieron en las colonias que están en las cercanías de Pueblo Viejo, donde se habían encontrado fosas clandestinas que presuntamente eran utilizadas como depósito de cadáveres por parte del grupo delictivo "Guerreros Unidos".
Recorrieron también las calles polvorientas del Periférico Norte de Iguala, donde supuestamente se desapareció a los normalistas.
Jhosivani era originario de la comunidad de Omeapa, Municipio de Tixtla. El pasado 15 de febrero habría cumplido 20 años de edad.
En el portal de Ayotzinapa que habla de los 43 normalistas desaparecidos, se indica que en la escuela le decían a Jhosivani, "El Coreano", por sus ojos rasgados.
Que es hijo de campesinos y que, para acudir a la normal, tenía que caminar 4 kilómetros de su pueblo a la carretera federal, para tomar un camión, ya que en Omeapa sólo hay escuela de preescolar y de primaria.
Desconfiaron argentinos de restos
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) dejó claro, en su momento, que no podía certificar la procedencia de los presuntos restos de los normalistas de Ayotzinapa enviados a la Universidad de Innsbruck, en Austria.
En un comunicado fechado el 7 de febrero de 2015, el EAAF dio a conocer que sus integrantes no estuvieron presentes cuando buzos de la Marina supuestamente sacaron una bolsa con fragmentos óseos del río San Juan, en Cocula.
"El EAAF fue convocado por la PGR, a la vera del río San Juan, cuando dicha bolsa ya se encontraba abierta", informó el equipo argentino que ayuda en las investigaciones a petición de los padres de los normalistas.
En esa bolsa -entregada a la PGR el 29 de octubre- se encontraron los restos que culminaron con la identificación de Alexander Mora Venancio y ahora de Jhosivani Guerrero de la Cruz, de acuerdo con lo que dijo ayer la Procuradora Areli Gómez González.
En su comunicado, el EAAF reveló que la PGR cometió errores al enviar perfiles genéticos de familiares de los normalistas.
En total, 20 perfiles genéticos tenían fallas y afectaban a 16 familias de los 43 estudiantes.
En ese grupo de perfiles erróneos o mal tomados no se encontraban los de los familiares de Alexander Mora, pero no está claro si afectaban a los de Guerrero de la Cruz.
La Procuradora no hizo referencia a esta situación y no permitió preguntas de la prensa.