Miguel Alemán, Tam.
Debido a las celebraciones navideñas y de fin de año, se incrementó notablemente el flujo de turistas y paisanos que se internaron al territorio nacional a través del cruce fronterizo en esta localidad; sin embargo, también aumentaron las quejas en contra de los oficiales de comercio exterior que siguen cometiendo abusos con sus exhaustivas revisiones vehiculares en las instalaciones de la aduana local.
A raíz de las vacaciones decembrinas, miles de paisanos procedentes de Estados Unidos ingresaron al país por esta región a través de este puerto fronterizo con la intención de visitar a sus respectivos familiares; sin embargo, la gran mayoría de ellos se llevaron una desagradable impresión por parte del personal de comercio exterior, quienes no cesan de cometer abusos amparados en las leyes aduaneras.
Turistas entrevistados justo frente al recinto fiscal ubicado sobre la calle primera de esta ciudad, coincidieron en señalar que al llegar a la aduana en sus vehículos, son sometidos a minuciosas inspecciones, a pesar de no encender ninguna luz roja en los semáforos instalados en dicho lugar.
“Es un abuso de autoridad, lo que cometen con nosotros, nos ven como viles delincuentes, porque encima de que no hay luz roja, nos revisan artículo por artículo que traemos, además de nuestras cosas personales, incluyendo el interior de los bolsos de mano y todavía se portan groseros”, refirió una madre de familia que pidió mantener su identidad en reserva por temor a posibles represalias de las mismas autoridades.
“Puros malos tratos y vejaciones recibimos al llegar aquí a la aduana de Miguel Alemán, porque nos bajaron a toda la familia para revisarnos hasta el último rincón del coche, a pesar de que ni siquiera se encendió la luz roja del semáforo fiscal”, expresó otro paisano que solicitó la intervención de las autoridades federales y hacendarias para poner orden, pues aseguró que tampoco le respetaron los 500 dólares de franquicia a los que tiene derecho.