Mientras policías estatales están al acecho de ebrios e infractores menores, áreas de uso público son arrasadas por vándalos que dejan a los niños, sin espacios de recreo, operando estos delincuentes en la más completa impunidad, en perjuicio de las familias que disfrutaban dichas instalaciones.
Se trata del parque infantil ubicado en el área verde de Hacienda Las Brisas, el cual pese a ser de “uso rudo”, no ha resistido los embates de jóvenes sin oficio ni beneficio, que por las noches se reúnen en ese punto para festinar, consumir alcohol, sustancias tóxicas y hacer desmanes.
“Yo traía a mi niño los sábados y domingos a jugar a las resbaladillas, pero los huercos que se juntan en la noche, destrozaron todo el castillito en donde estaban los juegos, ahora los niños juegan en lo que les dejaron, con peligro de que tengan un accidente, pues el espacio en donde estaban las resbaladillas, quedó como voladero”, dijo María Dolores Baca, residente de Las Brisas.
A varios metros de lo que es el área de juegos se puede ver un fragmento de la resbaladilla-tobogán, la cual fue dejada ahí, por los vándalos que por la fuerza, la desprendieron de su lugar, lo que pone de relieve, la impunidad con que se conducen estos delincuentes, que no han sido capturados por las autoridades policiales.