Durante años los vecinos de las colonias Ferrocarril Poniente y Aquiles Serdán han conservado la esperanza de que la avenida Revolución por donde pasan las vías de ferrocarril sea pavimentada, y es que con las lluvias la zona se convierte en un charco gigante de lodo y aguas negras que les prohíbe salir de su casa.
Actividades simples como llevar a los niños a la escuela, ir a trabajar o sacar los vehículos son imposibles.
Verónica Hernández, es una de las afectadas. “Está horrible, yo cuando salgo voy con miedo, de que mi carro caiga en un bache, de que se dañe, de hundirme ó de quedarme a medio camino porque a varios de mis vecinos les ha pasado, incluso hay algunos que se inundan se quedan sin sus cosas”.
Su inconformidad es la misma de Andrés López quien improvisó un puente con escombros y material de construcción para ir de su casa a la zona donde están las vías, y aunque ahí el terreno tampoco es seguro, el lodo está más firme. “Siempre hemos tenido ese problema con las lluvias, yo junto pedazos de bloques de madera y piedras grandes para que se pasen más fácil, pero a veces la corriente las desaparece y hay que volverlo a hacer”.
SIEMPRE ES LA MISMA PROMESA
Los más afectados son quienes viven de lado izquierdo, ahí no puede entrar el camión de basura, tampoco quienes surten de gas y agua a los habitantes. “Cuando están en campaña vienen todos y nos prometen que la obra, que van a pavimentar y nada, tenemos entendido que ya casi nos toca que según hay presupuesto pero que iban por partes, esperamos que así sea porque es inhumano vivir así”. dijo Martha, vecina.
En este punto también hay fugas de aguas negras que provocan malos olores y crecimiento de insectos, piden con urgencia la intervención de las autoridades.