CIUDAD DE MÉXICO.- Con el cuerpo e inocencia de un niño de 12 años pero con una alta capacidad intelectual, Carlos Santamaría arrancó clases en la UNAM ayer.

Con una libreta bajo el brazo, el primer estudiante que ingresa a esa edad a la máxima casa de estudios llegó a las 9:40 horas a la Facultad de Ciencias para estar a tiempo en su primera clase de la carrera de Física Biomédica.

Diferenciándose de los demás alumnos por su tamaño y por ir acompañado de su padre y de una funcionaria de la UNAM, Carlos llegó hasta el salón 211 del segundo piso del edificio de Física, donde tomó la clase de Metodología de Física Experimental.

"Está emocionado. Un poco confundido, sorprendido", manifestó Fabián Santamaría, papá de Carlos, al ser cuestionado por medios.

Señaló que tanto él como su esposa Arcelia Díaz están conscientes de la diferencia de edad y del tamaño de Carlos con respecto a sus compañeros.

"Queremos que se sienta a gusto con sus compañeros y que sus compañeros se sientan a gusto con él", dijo.

Tanto la UNAM como su familia, añadió, están ocupados en que Carlos se sienta incluido.

"Él está muy cómodo, él lo ha dicho, la UNAM es su casa", aseveró.

Al finalizar la clase, Carlos y sus nuevos compañeros realizaron junto con un maestro un recorrido para conocer los laboratorios que, según los estudiantes, son el hábitat de los alumnos de Física Biomédica.

La alumna de nuevo ingresos, Fernanda Mendoza, relató que en su primer día, el niño de 12 años bromeó con sus compañeros durante la presentación de la clase de Metodología de Física Experimental.

"Nos hablaron de cómo nos van a integrar en la carrera y él dijo que lo aguantáramos", indicó.

La joven de 18 años afirmó que no es un reto tener a un compañero seis años menor.

"Le trae una vibra diferente al grupo, más alegre porque es un niño", expuso.

"No es un reto, cada quien va a su ritmo, él obviamente va más rápido".

Además de Carlos, otros 64 estudiantes ingresaron a la carrera de Física Biomédica.