Las Vegas, EU
En Las Vegas, la casa gana... por muy poco.
México, siempre local en Estados Unidos, venció 1-0 a Islandia en su estreno en 2017 y en el primer partido tras el arribo de Donald Trump a la presidencia, hecho que ameritó un discurso en el que los equipos pugnaron por la inclusión.
El Tricolor apostó a lo seguro y ganó con gol de Alan Pulido. Los europeos, con una base Sub 23, no ofrecieron resistencia: el cuadro mexicano tuvo 72 por ciento de posesión de balón y 19 disparos a portería, contra sólo uno del rival, ¡uno!
El Sam Boyd, de Las Vegas, fue el duelo ideal para los experimentos de Juan Carlos Osorio, para probar jugadores como los debutantes Luis Reyes y Edson Álvarez, para utilizar a 17 de los 22 futbolistas convocados.
Más allá de las política migratoria de Trump, el inmueble estuvo repleto. No importaba si Islandia sólo llevó a uno de los jugadores de la Euro 2016, y quien fue suplente, o si el Tricolor tampoco presumió un gran arsenal ofensivo, al grado de que el volante Hirving Lozano acabó jugando como punta, tras la salida de Alan Pulido. Las Vegas, la ciudad del juego, necesitaba un imán de taquilla, rol que cumplió Giovani dos Santos, pese a que la MLS aún no comienza.
Y fue precisamente Gio el que al 20’ cobró el tiro libre que culminó con la anotación de Pulido, cuyo cabezazo pegado al poste izquierdo fue letal para el portero islandés.
Previamente, Alan había tenido una falla grotesca al volar el balón en un mano a mano en el que, increíblemente, el central Orri Sigurdur Ómarsson dejó botar el esférico tras un despeje del portero Alfredo Talavera, fiel ejemplo de la escasa calidad del contendiente del Tri.
La acción más importante de Islandia fue un arribo en el que Rafael Márquez fauleó en el área a Aron Thrandarson, pero en la que el árbitro no marcó penal, apenas al 9’.
Después, México no le prestó la pelota al rival, inocente hasta para pegar. El Tricolor pudo incrementar el marcador de no ser por las fallas de Lozano en un par de cabezazos; claro, él está acostumbrado a mandar los centros, no a rematarlos.
Un partido en el que los seleccionados alzaron la mano para la Copa Oro, torneo en el que el Tri jugará con una plantilla alternativa.