Cuando Jaime García lanza en casa, es casi intocable.

El pitcher mexicano lo demostró otra vez, al lanzar una joya de siete entradas, para conseguir su segunda victoria de la temporada y ayudar a que los Cardenales blanquearan ayer 4-0 a los Filis.

García (2-2) limitó a Filadelfia a apenas dos imparables, no regaló bases por bolas y ponchó a cinco en su labor.

Con ventaja de 1-0, gracias a un jonrón de Brandon Moss, y sólo 82 lanzamientos, 61 en la zona de strike, el mánager Mike Matheny envió a un emergente a batear por el tamaulipeco en el cierre del séptimo capítulo, algo que le funcionó, ya que San Luis pisó el plato tres veces más para sentenciar las acciones.

“Necesitamos ofensiva. Teníamos una oportunidad de poner más carreras en la pizarra. Tiró siete e hizo un gran trabajo”, dijo Matheny sobre García.

El zurdo estuvo en control de las cosas desde el principio, y llevó un juego sin hit al quinto inning, hasta que Cameron Rupp le abrió la tanda con sencillo. Hasta ese momento, sólo Freddy Galvis se había puesto en base, tras un error del torpedero Rubén Tejada en el primer acto.

“Es lo mismo que he estado haciendo, sólo que ahora mis compañeros hicieron buenas jugadas a la defensiva y pude hacer mis pitcheos cuando más los necesitaba. Tengo que seguir así”, aseguró García, quien tenía marca de 0-2 en sus últimas tres aperturas.

El oriundo de Reynosa, que cumple 30 años en julio, suma 54 victorias de por vida, 30 de ellas en Busch Stadium, donde presume una efectividad de 2.65.

Su primer triunfo del año, el 14 de abril, fue un juego completo de un hit y 13 chocolates -marca personal- sobre los Cerveceros, también en su parque.