La propuesta de control con gestos y voz parecía prometedora, pero su validez práctica ha sido siempre limitada. Al final controlar la interfaz de la Xbox One y los juegos era a menudo mucho más rápido con el mando.
Eso no quiere decir que Kinect no tenga sentido, pero algunos creen que incluso ese reconocimiento de voz es mucho más útil que ese reconocimiento de gestos. A nivel práctico, desde luego, lo es.
Microsoft parece haber obligado a este dispositivo a ceder el testigo a las nuevas propuestas del mercado.
La realidad aumentada y la realidad virtual se funden en Hololens, un periférico del que aún sabemos muy poco pero que en las demostraciones parece ser el siguiente gran paso en estos dos campos.
Pudimos ver en acción una versión específica de Minecraft para Hololens que fue lo más aplaudido de la keynote de Microsoft en E3, pero como ocurría con Kinect, Hololens tendrá que demostrar su validez en el mundo real, y no solo tratar de impresionar en demostraciones públicas preparadas.