Fuerza, carácter y buen futbol puso Reynosa FC para venir de atrás y vencer 3-1 a los Dorados de la Universidad Autónoma de Chihuahua en la jornada 8 del Clausura 2016 de la Liga Premier. Para el equipo fronterizo era ganar o ganar así que se sumaron tres puntos de oro y los más de cuatro mil aficionados se fueron felices a casa.
El marcador debió de haber sido más abultado pero entre las fallas de los reynosenses y una gran noche del arquero visitante, Jesús Galindo, La Roja tuvo que conformarse con tres goles.
El partido tuvo ingredientes especiales como el primer gol del argentino Nico Sisa con La Roja, un golazo que selló la victoria al minuto 83, pero también el debut de un futbolista local, Pablo Manrique, quien hace unos meses todavía jugaba en el barrio y ahora aprovecha la gran oportunidad que le dio su técnico para ser profesional.
En una práctica de tiro a gol se convirtió el juego, sobre todo en el segundo tiempo. Era increíble como la pelota no podía entrar al arco de los visitantes, si no era una pierna salvadora, era el portero o por obra del espíritu santo. Santiago López, Arturo Rodríguez y Ramón Arriaga, cada uno tuvo su gran chance para abrir el marcador, pero la figura de Galindo se iba agrandando en cada atajada. Como balde de agua helada cayó el gol de la Fuerza UACH. A punto de irse al descanso apareció Arturo Gómez quien aprovechó un rebote en el área para fusilar a José Alujas y enmudecer el estadio.
Para la segunda parte los cambios funcionaron, sobre todo en la defensa que se acomodó mejor con línea de tres y César Medina se convirtió en un demonio por la banda izquierda, sin duda uno de los mejores jugadores del partido. Martín Galván no tuvo su mejor noche y aunque fue insistente le faltó tiza para empujar la pelota. Al minuto 60 llegó la igualada con un autogol de Carlos Escobar. El capitán Gus Ramos regresó a las canchas con el pie derecho, con ese que remató dentro del área chica a segundo poste para darle la vuelta al marcador. Vendría la cereza en el pastel por cortesía del “Che”. Si alguien merecía un premio a su esfuerzo, ese era Nico, quien aprovechó la salida del portero para tocarle la pelota por encima y hacer el definitivo 3-1.