A lo largo de la vida uno conoce a muchas personas y es normal que a medida que pase el tiempo, vayamos haciendo nuevas amistades y dejando atrás en el pasado. Es parte del crecimiento personal y el curso natural de nuestro entorno. Así, lo más probable, es que en la preparatoria tu mejor amiga no era la misma que tenías en kínder. Sin embargo, si es que has sido bendecida con primas de tu misma o cercana edad, ten
drás para toda la vida a una persona en la que podrás confiar, llorar a su hombro, reírte, salir de fiestas, compartir ropa, vacacionar, entre otros. La maravilla de ser cercana con las primas es que, si tienes solo hermanos hombres o tienes hermanas pero de mucha diferencia de edad, conseguirás una mejor amiga para siempre, la misma que estará de tu mano en la graduación de primero básico y de la universidad. Comparten un vínculo sanguíneo, un potente vínculo que las hará siempre cercanas: