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Los que alguna vez fue un tramo muy circulado de la Ribereña, hoy sólo son ruinas o al menos a simple vista eso se puede apreciar.

Restaurantes, un safari, puestitos de artesanías mexicanas, un centro recreativo y hasta una iglesia, son algunas de las atracciones que destacaban en la famosa “Curva del Morillo”.

Antes de que el gobierno federal decidiera, eliminar del mapa la curva, este sitio era muy transitado por los habitantes de la zona y sobre todo por los turistas.

En esta zona muerta de la Ribereña, también se encuentra la milagrosa “Virgen del Morillo”, misma que al parecer aún es visitada por los feligreses, pues en su capillita se pueden apreciar veladoras, artículos personales, fotografías, entre otras cosas.

La carretera que dirigía a la curva está desapareciendo literalmente pues la tierra está cobrando su espacio y está consumiendo el asfalto que una vez sirvió para los transeuntes circularan sobre ella.

El olvido de los residentes, ha generado que éste sea un pueblo fantasma en donde sólo hay ruinas.