El edificio de la PGR, a partir del atentado a balazos que se registró la noche del jueves quedó blindado por el Ejército.
Personal de la SEDENA tomó el resguardo de las instalaciones de la Procuraduría, colocándose en sitios estratégicos desde donde dominan el panorama, hacia el exterior, principalmente por el boulevard Hidalgo y la avenida Israel de Jarachina norte.
Para ocultar los estragos que dejaron los proyectiles disparados por armas de gruesos calibres, se colocaron mantas, mientras se llevaban a cabo trabajos de reparación.
La agresión contra las instalaciones de la dependencia se consumó, según trascendió, durante la noche en que Reynosa se vio cubierta de nieve.
Hasta ayer la PGR no había emitido ningún informe al respecto.
Personal de mantenimiento de la dependencia se concretó a reparar las huellas de los impactos que quedaron sobre la barda, pero los cristales de la caseta de vigilancia los cubrieron con una lona, para evitar el morbo de los automovilistas que en principio aprovecharon para captar imágenes con celulares y exhibirlas en las redes sociales.
Más tarde se dispuso el blindaje, a través de vigilancia militar y se restringieron los accesos a las instalaciones, todo bajo control del personal castrense.