De las 15:40 a las 17:00 horas, un derecho-habiente del IMSS permaneció en el interior de la clínica 33 en espera de consulta, tiempo que aprovecharon los roba-coches para llevarse la unidad que había dejado estacionada cerca de la Universidad del Atlántico.
Ernesto Salas Hernández, de 40 años, residente en calle Francisco Villa 380-A de la colonia Ferrocarril Poniente se presentó a denunciar el robo de su camioneta Nissan Pathfinder modelo 1995, luego que quedó convencido de que los ladrones se la habían llevado.
Pensó por un momento que la grúa la hubiera remolcado, pero recapacitó al recordar que la había dejado en un espacio sin restricciones para estacionarse, además de que comerciantes y taxistas le aseguraron que la “operación grúa” no se había reactivado.
Ya convencido del robo, decidió exponer la denuncia en la fiscalía segunda investigadora, con el propósito de evitar verse involucrado en algún delito, por si los delincuentes llegaran a utilizarla en actividades ilícitas.
“Yo sé que difícilmente podría recuperarla, pero al menos así evitó cualquier problema posterior”, dijo Salas Hernández resignado a perder su unidad.