Con más de una hora de retraso debido a que el alcalde con licencia y precandidato del PRI por la alcaldía de Río Bravo reside en el lado americano, bajo un escenario sofocante en el que la desesperación se podía plasmar en la mayor parte de los asistentes, entre acarreados, empleados del municipio, comisión de aplausos y priístas por conveniencia se llevó a cabo una vez más la tradicional pantomima de lo que fue la instalación de la comisión de procesos internos para la elección de su único ya candidato a la presidencia municipal, Juan Diego Guajardo, quien por cierto tiene un cuesta arriba muy difícil de superar.
Previo al evento y mucho antes empezaron a llegar a las instalaciones del vapuleado partido desde los que acomodaron las sillas como personas que fueron citadas con toda anticipación, luego arribó una unidad de transporte con gentes de la colonias, igual los integrantes de la comisión de aplausos representada por los regidores a los cuales se les sumó la ahora exmilitante de Nueva Alianza y regidora María de los Angeles Banda Ríos (en agradecimiento por que le permiten que su hija siga cobrando en la nómina figurando como aviadora sin presentarse a trabajar).
De los exprecandidatos y exalcaldes la mayoría brillaron por su ausencia, en tanto que los animadores (quienes perciben un salario nada despreciable de 20 mil pesos mensuales) se desgañitaban por meterle a la gente que las obras en Río Bravo provienen explícitamente de los gobiernos federal y Municipal.