En la Escuela Telesecundaria “Carlos Treviño“ de la colonia Lampasitos libra una batalla en contra del fenómeno de la obesidad infantil que se ha convertido en un grave problema de salud al propiciar una alta incidencia de diabéticos juveniles y afectaciones cardiovasculares por dicha condición. Aquí el tema preventivo se toma muy en serio y no se da tregua ningún día a la semana.
Veronica Martinez Lara es la coordinadora del Comedor en la Escuela Telesecundaria y de entrada explica a EL MAÑANA que la alimentación de los niños es un tema que ocupa y preocupa a los padres de familia de la comunidad escolar.
Cuentan con una amplia cocina recién remodelada, en donde a las 8 de la mañana se sirve desayuno para 180 alumnos y a las 2 de la tarde se sirve la comida. Se utilizan ingredientes y alimentos naturales, aquí no se ofrecen refrescos ni bebidas azucaradas.
Soya, lentejas, frijol, arroz, pollo y atún, así como verduras componen la dieta de los chicos que por 10 pesos pueden consumir un platillo recién cocinado con tortillas y agua natural.
Martinez Lara menciono que esta labor ha sido forjada en un compromiso que inicio hace varios años y que ha hecho posible que esta escuela sea reconocida por sus bajos niveles de obesidad infantil.
El promedio de estudiantes con sobrepeso u obesidad es demasiado bajo y los alumnos han adoptado el habito de comer en forma saludable, aun cuando muchos de los padres no están enterados de lo que comen sus hijos y prefieren seguir fomentando el consumo de comida “chatarra“.
La entrevistada por EL MAÑANA agrega que los alimentos son elaborados al momento por un grupo de madres de familia que en forma voluntaria los preparan para los alumnos. Un promedio de 600 a 700 pesos diarios son gastados en los dos alimentos que se sirven para 180 alumnos. Empero reconocen que el gasto esta bien aplicado, pues se garantiza que los jóvenes reciban alimentos higiénicos y de alto contenido nutricional diferente a lo que tradicionalmente se consume en otras escuelas que es; Refrescos, papitas,tacos, tortas, panes, etc.
Las madres de familia a cargo del comedor no perciben sueldo alguno, cuentan con el apoyo del DIF que cada semana los surte de lenteja, frijol, arroz y otros, pero ellos completan comprando el huevo, aceite, pollo y tortillas que a diario se consumen.
Todo el sacrificio lo vale-refiere Veronica Martinez Lara- al lograr que los jóvenes puedan tener una mejor expectativa de desarrollo saludable.