Los Ángeles
El gobierno de Estados Unidos considera probado que los cárteles mexicanos tienen conexiones internacionales con otros grupos criminales y terroristas, incluido el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS). La mención expresa a ISIS la hizo el propio secretario de Estado, Rex Tillerson, durante una comparecencia parlamentaria este miércoles. La declaración supone un espaldarazo a la teoría de parte del Partido Republicano de que el problema de la inmigración irregular afecta a la seguridad nacional de Estados Unidos.
Tillerson fue cuestionado expresamente si estaba de acuerdo con unas palabras pronunciadas por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, que dijo en el Congreso que la relación entre organizaciones criminales y organizaciones terroristas “es real” y a través de la frontera los terroristas “tienen la capacidad de introducir materiales, personas y bombas sucias en Estados Unidos”.
“Sí, estoy de acuerdo”, dijo Tillerson. “Por eso hemos iniciado este esfuerzo con nuestros socios mexicanos contra las organizaciones transnacionales que están en la cadena de suministro de drogas y personas a través de nuestras fronteras”. “Vemos claramente las conexiones de estas actividades con organizaciones terroristas, incluido ISIS”. Añadió que están trabajando con México justamente desde este punto de vista y la conclusión es que “van a ver un enfoque muy diferente en la forma en que atacamos a los cárteles”.
Rex Tillerson hizo esta afirmación el miércoles en Washington durante su comparecencia en la Cámara de Representantes para defender la propuesta de presupuesto del Gobierno ante la comisión de Exteriores. Tillerson se encuentra este jueves en Miami, donde participa precisamente en una conferencia sobre seguridad con el canciller de México y los presidentes del triángulo norte de Centroamérica. La semana próxima volverá a verse con los cancilleres de Latinoamérica en la cumbre de la Organización de Estados Americanos en Cancún, México.
En su declaración inicial ante la comisión, antes de que le preguntaran específicamente por la relación entre los cárteles y ISIS, Tillerson dijo que la prioridad en la frontera sur son “los cárteles que exportan drogas y violencia a nuestras comuniades”. “Alrededor de 20 mil norteamericanos murieron de sobredosis de heroína u opiáceos sintéticos en 2015, y entre el 90% y el 94% de toda la heroína que se consume en Estados Unidos viene de o pasa por México”, dijo Tillerson.
Si bien frenar el tráfico de drogas por la frontera sur es una de las prioridades de Tillerson en materia de seguridad, reconoció que “nosotros, como norteamericanos, debemos asumir responsabilidades por ser el mayor centro de demanda del mundo para el comercio de drogas”.
El congresista que le hizo la pregunta, Michael McCaul, es representante republicano por Texas de un distrito entre Austin y Houston. McCaul es además presidente de la comisión de Seguridad Nacional de la Cámara. McCaul se mostró muy satisfecho con la respuesta de Tillerson. “Esperábamos esto hace tiempo”, dijo.
La supuesta relación entre los cárteles de la droga mexicanos y ISIS es una preocupación de los republicanos desde la crisis de los niños migrantes centroamericanos que desbordó los recursos migratorios de Texas en 2014 y 2015. Por entonces, los republicanos trataron de hacer del tema una cuestión de seguridad nacional, impulsando la idea de que si la frontera es tan porosa como para que pasen niños pequeños solos, puede ser aprovechada por el terrorismo internacional para introducir agentes y materiales en Estados Unidos.
El Gobierno de Barack Obama se centró siempre en el aspecto humanitario de la crisis de la frontera y nunca lo consideró un asunto de seguridad nacional relevante, sino un problema de inmigración. El tejano McCaul, el que preguntó expresamente a Tillerson, es uno de los representantes republicanos que insisten en esta idea hace tiempo.
En un informe del Departamento de Seguridad Pública del Gobierno de Texas fechado en enero de este año, se habla de la amenaza de ISIS contra Estados Unidos y añade: “Estamos especialmente preocupados por la potencial infiltración terrorista a través de la frontera con México, particularmente de combatientes terroristas extranjeros que salen de Siria e Irak y se meten en los flujos migratorios globales”. También hace suya la preocupación por la posible infiltración de terroristas entre los refugiados sirios, una teoría que la Casa Blanca utilizó para el veto migratorio, frenado por ahora en los tribunales por inconstitucional.
Hasta el momento, no ha trascendido nunca que haya habido un solo plan de atentado terrorista en el que haya implicadas personas o materiales que hayan entrado en Estados Unidos por la frontera sur.