Nuevo Laredo
Tumbado en el asfalto, recibe un remolino de insultos y patadas. Durante la madrugada de este jueves una turba callejera golpeó hasta matarlo a un presunto violador en la colonia Los Colorines, Nuevo Laredo, en el Estado norteño de Tamaulipas. El enésimo vídeo de un linchamiento en México ha vuelto a retratar una de las caras más violentas del país.
“La violaste”, se escucha de fondo en el vídeo. Mientras tanto, un grupo de hombres se ensaña a patadas con el cuerpo inerte de un individuo tirado en medio de la carretera frente a un coche. Cuando una hora después, el cuerpo del agredido es llevado a un hospital, el informe médico confirma la muerte a golpes.
La secuencia de los hechos que recoge la prensa local coincide con el patrón repetido en otros casos de ajusticiamientos populares. Una comunidad pequeña, humilde y muy cohesionada. Súbitamente, se destapa el rumor de que alguien, siempre un desconocido, ha cometido un delito. En este caso, uno de los más insoportables. La familia de una niña de cuatro años denuncia que un hombre ha raptado a la pequeña y ha abusado sexualmente de ella. A partir de la llamada de socorro de la familia, los vecinos salen a la caza del presunto culpable. Lo agarran y en plena calle ejecutan sin clemencia un acto de particular justicia.
También es habitual un cierre rápido del caso por parte de las autoridades. Rafael Luque, el portavoz de la Fiscalía de Tamaulipas, anunció a los medios que según la versión oficial se trató de un atropellamiento y no de un linchamiento. El mes pasado un grupo de vecinos de un municipio del Estado de México linchó hasta la muerte a dos presuntos secuestradores en la plaza del pueblo. La investigación de la fiscalía apuntó a las pocas horas que efectivamente las víctimas del linchamiento habían secuestrado a un vecino.
El linchamiento es un fenómeno frecuente en México. Sólo el año pasado se registraron 62 casos según un estudio de la UNAM. Los estudios vinculan estos estallidos de violencia desbocada con la desconfianza en las instituciones y los agujeros del Estado de Derecho.
Los territorios más pobres y desatendidos por el Estado, como Oaxaca o el Estado de México, son las entidades donde se concentra el mayor número de episodios. En este caso, la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo no encaja del todo en ese molde. A menos de 30 minutos de la colonia donde se ejecutó un nuevo acto justicia popular, está la línea que divide el Nuevo Laredo mexicano del Laredo estadounidense.