Los deportistas mexicanos están listos para competir en Río 2016 según el presidente Enrique Peña Nieto y el titular de la Conade, Alfredo Castillo, pero ninguno habló sobre las aspiraciones reales de medallas.
Durante el abanderamiento conjunto en Los Pinos de las delegaciones olímpica y paralímpica, el único para una justa veraniega que tendrá Peña en su Administración, el discurso del Jefe del Ejecutivo fue el de siempre, es decir felicitaciones a los deportistas, su exhorto a poner en alto el nombre de México y desearles éxito.
Castillo ponderó al deporte como el “más puro nacionalismo positivo” e hizo una radiografía de ambas delegaciones en un discurso que duró 14 minutos y medio, más de cuatro minutos que el de Peña, quien lo felicitó por ese “récord”.
De la olímpica dijo que llegaba con cuatro deportistas entre los primeros tres de su ranking mundial, 21 entre los primeros ocho y a 38 en el top 16.
La taekwondoín María del Rosario Espinoza habló a nombre del equipo olímpico integrado por 126 deportistas, mientras que el nadador Juan Ignacio Reyes hizo lo propio para el contingente paralímpico (66).
A diferencia de otros abanderamientos olímpicos en los que el presidente del COM también habla ante los invitados, ahora Carlos Padilla fue un simple espectador.