Desde temprana horas cientos de fanáticos se congregaron frente al Freeman Coliseum para darle el último adiós a su “Rey del Rodeo”.
Con el corazón afligido familiares, amigos y fans entraron apresurados minutos antes de las 10:00 horas al abrirse las puertas del recinto donde podrán despedirse de su querido Emilio Navaira.
El cantante falleció a los 53 años víctima de un paro cardiaco el lunes 16 de mayo en su casa en New Braunfles, ciudad texana cercana a San Antonio.
Un par de Grammys que ganó por su excelente desempeño como cantante parecían custodiar el féretro donde descansa el artista al que le sobreviven su esposa Maru, los dos hijo que tuvo con ella y tres más de su primer matrimonio.
El público parece no tener ánimo de hablar, pues mientras forman la larga fila que cruza el centro de la cancha del Coliseum, nadie habla.
Lo único que retumba en sus oídos son las canciones de Emilio que se escuchan de fondo, como “Eclipse” y “Ya No Me Pones Atención”.
Una veintena de arreglos florales, entre los que destaca uno en forma de guitarra y fotografías de gran tamaño se colocaron en ambos costados del féretro.
A este primer servicio abierto al público de las 10:00 a las 16:00 horas, se espera la presencia de Maru, viuda de Emilio y de su querido hermano Raúl Navaira, además de su madre, María.