Puebla, Puebla
Interpretar a uno de los personajes más emblemáticos de la literatura universal en “El Hombre de la Mancha” ha requerido un esfuerzo especial por parte de los involucrados en el proyecto, y en especial para su protagonista, Benny Ibarra, quien confesó no ser un gran experto en la obra de Miguel de Cervantes Saavedra, pero haber logrado catarsis a través del reto.
“Lo que aporto a este proyecto es precisamente la ignorancia con la que me acerco al personaje, sin prejuicios ni pretensión”.
De hecho en su familia, su abuelo Luis de Llano Palmer (1918-2012), estuvo involucrado en la guerra civil española, pero pronto dejó el lado belicoso para entregarse al artístico: dedicó el resto de su vida al teatro musical. Algo con lo que se identifica el intérprete de “Inspiración” y relaciona con el afamado personaje de Saavedra.
“El musical rinde tributo a la obra de Cervantes, a través de ‘El Quijote’, en un periodo donde el autor se ve en la necesidad de defender su honor (en la cárcel) y lo hace con mucho ingenio”, añadió Benny.
Para el actor y músico, quien como Saavedra, recrea a don Quijote de La Mancha, en la Prisión Real de Sevilla a finales del siglo 16, lo más complicado es vivir cada nueva función como si fuera su primera vez en el escenario.
Hubo más retos en distintos frentes, como el de vestuario, en donde se tomaron como referencia las pinturas de Francisco de Goya y Lucientes, Murillo, El Greco y José de Ribera para evocar realismo en la apariencia de los protagonistas.
Además, alrededor de 75 personas se encargaron de confección de pelucas, armería y demás elementos requeridos para la escenografía que emularían la cárcel Real de Sevilla, donde Cervantes fue recluido por la Inquisición a finales del siglo 16.
Y por el lado de la ambientación se requirió una orquesta en vivo que rematara los diálogos y la fantasía a la que sumerge la narrativa de “El Quijote”.