Con tu mano
De forma gentil, previamente lubricados, desliza tus dedos medio e índice dentro de su vagina. Entonces de forma suave comienza a mover las yemas en dirección a ti. El destino es unos centímetros dentro en la cara superior de su pared vaginal (el punto G es una pequeña área de textura rugosa y acanalada de unos dos centímetros, cuando está estimulada). “Empieza de forma gentil y rítmica moviendo de forma alterna tus dedos”, explica la doctora Pam Spurr. “Cuando veas que su excitación aumenta, comienza a hacer círculos para proporcionarle otras sensaciones. Luego, combina ambas técnicas. Aplícate más lubricante para que los movimientos sean más suaves”.
Con un vibrador
A menos que hayas sido bendecido con una lengua de lagarto, es imposible alcanzar el punto G a través del sexo oral -sin sofocarte. En vez de eso, recurre al empleo de un estimulador vibratorio mientras tu lengua trabaja sobre su clítoris. “Dependiendo de la posición que adoptes, es mejor que tu cabeza y hombros queden en medio de sus piernas. Esto te permitirá manipular mejor el juguete sexual a través de su punto G. Los movimientos deben ser suaves y circulares en toda esa área”, detalla Spurr.
De “perrito”
“Es la mejor posición para estimular le punto G”, añade Spurr. Al apoyarse ella sobre sus codos y rodillas coloca su cuerpo con la inclinación necesaria para lograr el objetivo: que tu pene alcance la tierra prometida. “Una vez ahí, haz movimientos circulares con tu cadera para recorrer toda la zona”, finaliza la especialista.