Hasta el momento los restaurantes de la ciudad mantienen los mismos precios de sus platillos, pero no se descarta la posibilidad de que en poco tiempo podrían ajustarlos como resultado del encarecimiento de los productos que son utilizados en la elaboración de la comida.
“La decisión ya será a criterio de los dueños de los negocios, quienes resienten ya los estragos de los incrementos en precios de gas butano, gasolinas y de comestibles como la tortilla y otros más”, dijo Alfonso de León Fuentes, presidente de CANIRAC a nivel local.
Son las alzas en precios de básicos así como el cobro de impuesto sobre impuesto por parte del gobierno, lo que es anticonstitucional pero que se ha aplicado toda la vida y lo peor es de que no recibimos nada a cambio en cuanto a mejores servicios, apuntó el líder de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados.
“La situación es difícil, complicada porque lamentablemente vemos por otro lado que los sueldos de muchos trabajadores son raquíticos, las ventas de no pocos restaurantes son actualmente bajas y bueno para no desalentarlas más, tal vez se mantengan los precios de los platillos hasta donde sea posible y después se aplique un aumento de uno o dos pesos en algunos de ellos porque las circunstancias están obligando a ello”, señaló finalmente De León Fuentes.